Flora vascular de los Pirineos Aragoneses

Al norte peninsular ibérico, ubicado entre España, Francia y Andorra, se levantan “los pirineos” o “el pirineo” como prefieren llamar sus habitantes. Los Pirineos Aragoneses son la parte de los pirineos que corresponde a la región española de Aragón, sobre la franja de cordillera de esta formación geografía. Sus características climatológicas hacen que la zona posea una biodiversidad característica del lugar, dando paso a una flora vascular muy típica de la zona.

El Pirineo aragonés se extiende sobre una de las zonas montañosas mayores de Europa, aproximadamente 180 kilómetros de longitud por unos 80 kilómetros de anchura con una superficie aproximadamente de 13 225 Km2.

En esta región se pueden establecer claramente dos alineaciones montañosas:

· El Pirineo Axial con sierras interiores (se hayan los picos de mayor elevación)

· Las sierras exteriores como son las Sierras de Javierre, Loarre, Olsón, Guara, Gabardiella y Mongay.

Las características geológicas, geográficas, climáticas y edáficas de la región se han estudiado minuciosamente.

Estas, en concordancia con la topografía del lugar y la variación de los suelos, climas y sustratos geológicos producto del paso de los años, la acción del hombre y el cambio climático, permiten explicar la diversidad de ambientes locales y por ende de una flora amplia y diversificada de la que puede disfrutar el turismo en pirineos .

El icono histórico de la flora de los Pirineos aragoneses es sin dudas la flor de nieve o el edelweiss.

Esta planta se puede hallar fácilmente en el pirineo calizo aragonés, sobre todo en la Pineta, en el cañón de Añislclo, o en la parte alta del valle de Ordesa.

De forma general la flora del lugar asume unas 4500 especies, de las que aproximadamente unas 160 son endémicas de la región, como por ejemplo “la coronilla del rey”, “la aquilegia de los Pirineos”, entre otras.

Algunas de las especies que crecen en esta zona de los pirineos son venenosas, por lo que no es recomendable comer de las plantas que allí se encuentran sin la indicación de un experto, por ejemplo el acónito, las semillas de tejo, el pino negro, las hayas, entre otras, son extremadamente venenosas.

Alrededor de los 2000 metros de altitud respecto al nivel de mar existe una flora en la que predomina la vegetación alpina y los pastos.

Ya en zonas más elevadas solo existen ciertos glaciares.

A partir de una altitud correspondiente a los 3000 metros por encima del mar, la mayor parte del suelo está recubierto de nieve por lo que la vegetación es nula por unos cuantos meses en el año.