Ácido fólico o Vitamina B9

Publicado en por joel.vello.landin

Anteriormente conocido como vitamina B9, este compuesto es importante para la correcta formación de las células sanguíneas, es componente de algunas enzimas necesarias para la formación de glóbulos rojos y su presencia mantiene sana la piel y previene la anemia. Su presencia está muy relacionada con la de la vitamina B12.


El ácido fólico se puede obtener de carnes (res, cerdo, cabra, etc.) y del hígado, como así también de verduras verdes oscuras (espinacas, espárragos,  etc.), cereales integrales (trigo, arroz, maíz, etc.) y también de papas.


Su carencia provoca anemias, trastornos digestivos e intestinales, enrojecimiento de la lengua y mayor vulnerabilidad a lastimaduras.

 
Este ácido es administrado a pacientes afectados de anemia macrocítica, leucemia, estomatitis y cáncer.


Los excesos no parecen demostrar efectos adversos, y ante su aparición dada su hidrosolubilidad, su excedente es eliminado por vía urinaria.

 

Descubierta en los años 40, el ácido fólico es considerado como una vitamina hidrosoluble  que pertenece al complejo B. También se lo conoce como folacina o folatos cuya etimología proviene del latín 'folium' que significa hoja.


Esta vitamina es fundamental para llevar a cabo todas las funciones de nuestro organismo. Su gran importancia radica en que el ácido fólico es esencial a nivel celular para sintetizar ADN (ácido desoxirribonucleico), que trasmite los caracteres genéticos, y para sintetizar también ARN (ácido ribonucleico), necesario para formar las proteínas y tejido del cuerpo y otros procesos celulares.

 
Por lo tanto la presencia de ácido fólico en nuestro organismo es indispensable para la correcta división y duplicación celular.


Los folatos funcionan en conjunto con la vitamina B12 y la vitamina C en la utilización de las proteínas. Es importante señalar que el ácido fólico es básico para la formación del grupo hemo (parte de la hemoglobina que contiene el hierro), por eso está relacionado con la formación de glóbulos rojos.


El ácido fólico también brinda beneficios al aparato cardiovascular, al sistema nervioso, y a la formación neurológica fetal entre otros. Dada su gran importancia para el ser humano, muchos de los alimentos que hoy consumimos llevan ácido fólico adicionado.


Este ácido se forma en el intestino a partir de nuestra flora intestinal. Se absorbe principalmente en el intestino delgado (yeyuno), luego se distribuye en los tejidos a través de la circulación sanguínea y se almacena en el hígado. Se excreta por orina y heces.

 

Funciones del ácido fólico (vitamina B9)

  • Actúa como coenzima en el proceso de transferencia de grupos monocarbonados,
  • Interviene en la síntesis de purinas y pirimidinas, por ello participa en el metabolismo del ADN, ARN y proteínas,
  • Es necesario para la formación del células sanguíneas, más concretamente de glóbulos rojos,
  • Reduce el riesgo de aparición de defectos del tubo neural del feto como lo son la espina bífida y la anencefalia,
  • Disminuye la ocurrencia de enfermedades cardiovasculares,
  • Previene algunos tipos de cáncer,
  • Ayuda a aumentar el apetito,
  • Estimula la formación de ácidos digestivos.

Fuentes de ácido fólico

  • Fuentes de origen animal: se encuentra presente en niveles muy bajos en el reino animal.
    Lo encontramos en el hígado de ternera y pollo, en la leche y sus derivados.
  • Fuentes de origen vegetal: el reino vegetal es rico en esta vitamina. Las mayores concentraciones las encontramos en: legumbres (lentejas, habas soja), cereales integrales y sus derivados, vegetales de hoja verde (espinacas, coles, lechugas, espárragos), el germen de trigo, y las frutas (melón, bananas, plátanos, naranjas y aguacate o palta entre otros.)
  • Suplementos: los comprimidos de ácido fólico deben tomarse siempre bajo supervisión médica y en situaciones donde el medico lo indique.

Con la manipulación de los alimentos, se puede llegar a perder o destruir más de la mitad del contenido natural de ácido fólico. Se destruye con las cocciones prolongadas en abundante agua, con el recalentamiento de las comidas y también con el almacenamiento de los alimentos a temperatura ambiente.


Entonces siempre convendrá comer crudos todos aquellos alimentos que así lo permitan, cocción breve (al vapor) y guardarlos en la nevera.


Deficiencia de ácido fólico

La deficiencia de ácido fólico se puede manifestar a través de los siguientes síntomas:

  • anemia megaloblástica (los glóbulos rojos inmaduros tienen un tamaño más grande que lo normal),
  • bajo peso, falta de apetito,
  • debilidad, palidez, fatiga,
  • náuseas,
  • diarreas
  • mal humor, depresión,
  • inflamación y llagas linguales, úlceras bucales,
  • taquicardias,
  • retraso del crecimiento,
  • cabello cano (canas).

La mejor manera de satisfacer las necesidades diarias de esta vitamina es a través de una dieta balanceada y equilibrada que incluya a todos los grupos de alimentos, pero sin embrago existen situaciones donde pueden llegar a necesitarse suplementos de ácido fólico, como ser:

  1. Mujeres en edad fértil, embarazadas o en lactancia: una cantidad adecuada de este es fundamental para mujeres de edad fértil, ya que previene defectos del tubo neural del feto, entre ellos la espina bífida y anencefalia. Todas aquellas mujeres que toman suplementos de ácido fólico antes de la concepción reducen en un 50% los riesgos de defectos neurológicos en el futuro bebé.
  2. Ancianos y personas mayores: a partir de los 65 años de edad la capacidad de absorción de vitaminas está claramente disminuida.
  3. Personas fumadoras: el consumo de tabaco entorpece la absorción y disponibilidad de las vitaminas del complejo B.
  4. Personas alcohólicas: el alcohol disminuye y dificulta la absorción de vitaminas.
  5. Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, etc.: enfermedades con evacuaciones frecuentes y diarreicas, evitan una buena absorción de esta vitamina.
  6. uso continuado de ciertos fármacos: como ser anticonceptivos orales, antiinflamatorios, sedantes, somníferos, etc.
  7. Existen ciertos medicamentos que interfieren en el metabolismo del folato disminuyendo su absorción. Entre ellos se destacan:
    • anti-inflamatorios no esteroides (AINES): como aspirina o ibuprofeno en dosis diarias altas,
    • anticonvulsivantes/antiepilépticos: como fenitoína y fenobarbital,
    • hipolipemiantes: aquellos que disminuyen los niveles de colesterol como colestiramina y colestipol,
    • metrotexato: usado para el tratamiento de artritis reumatoidea, psoriasis y ciertos tipos de cáncer,
    • antihiperglucemiantes: como buformina, fenformina y metformina,
    • anticonceptivos orales,
    • diuréticos: como triamterene usado en hipertensión arterial,
    • antibióticos: como trimetrofina y pirimetamina.

La toma de suplementos ante todas estas circunstancias nombradas anteriormente, debe estar siempre supervisada por un profesional de la salud.



 

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